Ramírez, Ramón Raúl, conocido en el ámbito policial como “Comisario” o “jefe Ramírez” y apodado “Lito” por su círculo más familiar, nació el 29 de septiembre de 1973. Sin embargo, por errores de papeleo, en su Documento Nacional de Identidad figura como su natalicio el 2 de octubre del mismo año.
Ramírez, nació en Villa Jardín de Reyes en la casa de su abuela materna Irma Cachi, siendo la misma quien lo ayudaría a nacer. Hijo de Dora Lamas y de Manuel Ríos, quien si bien no era su padre de sangre, Manuel lo quiso como tal. Tiene cuatro hermanos Eva Lamas, David Ríos, Irma Ríos y Cesar Ríos.
Creció en una casita ubicada en el paraje rural de Puente Blanco, del Barrio San Ignacio en dirección a la ciudad de Perico. Inició sus estudios primarios en la Escuela del Carmen N°412, continuando su educación secundaria en la Escuela Nacional de Comercio N°2 “27 de Abril Día Grande de Jujuy” de la ciudad del Carmen, donde conoció a su esposa Laura Beatríz Soto, con quien tuvo poco después a sus dos hijos.
En el año 1991, egreso del Colegio Secundario, comenzando a realizar trabajos temporales en la cosecha de tomate y durazno en la provincia de Neuquén, en la cosecha de tabaco en fincas de la zona de Perico, viajo a Chile para capacitarse en el oficio de carpintería y trabajó como ayudante de albañil, colaborando con su padre, ya que el mismo se desempeñaba como tal.
En 1996, a los 22 años, Ramírez ingreso a la Escuela de Sub Oficiales y Agentes Manuel Álvarez Prado, la cual funcionaba en donde hoy se encuentra la Central de Policía, siendo el Director de la Escuela el Oficial Principal Ricardo Sánchez y vice Director el Oficial Principal Luis Rodolfo Sánchez. Allí conoció al actual Director de Bomberos Comisario Carpanchai Gustavo, con quien circunstancialmente, terminaría trabajando en sus últimos días de vida.
El 11 de octubre del mismo año, nació su primer hijo, a quien llamó Rodrigo Iván Ramírez, quien actualmente tiene 26 años y se desempeña como Soldado Voluntario en el G.A.M. N°5.
En los meses de marzo-abril de 1999, se abriría una nueva convocatoria para el curso de Oficiales Técnicos en la vieja escuela de Policía General Manuel Belgrano, donde con muchas expectativas y esfuerzo intentaría ingresar, ya que solo habían diez plazas disponibles para el rubro bomberil. Es así, que entre los 73 aspirantes inscriptos, quedó apto para iniciar este curso, el cual quedaría marcado y recordado para siempre en la comunidad policial. Luego de meses de preparación, en el mes de agosto del año 2000, egresó de la Escuela de Policía, siendo su camada, la segunda promoción de oficiales Técnicos. Un año más tarde nacería su segundo hijo, Bruno Sebastián Ramírez, quien actualmente tiene 22 años y se encuentra estudiando en Bs. As. la tecnicatura en aviación en la Escuela Sargento Cabral.
A partir de allí, fue orientando su carrera y estudios a temas incumbentes a su especialización. Participó de cursos como el XXVIII Curso de Capacitación en Desactivación e Investigación en Explosivos realizado por la Dirección de Educación y Doctrina de la Escuela de Capacitación y Especialización Policial del Perú; Curso de Nivelación, capacitación y perfeccionamiento sobre chequeos, manipulación, neutralización y/o desactivación de artefactos explosivos para operadores de la Dirección de Bomberos; Curso de Contraterrorismo realizado por la Brigada de Explosivos; Curso de Pacientes en Urgencias y Emergencias organizado por la ECCOS, participó de otras actividades académicas como la Jornada de Accidentología profesionales en Criminalística y Criminología de la Policía de la Provincia; 6ta edición del Congreso Internacional de Buceo realizado en la provincia de Córdoba, entre muchos otros. Sumado a toda esta preparación, realizó la Tecnicatura en Higiene y Seguridad en el Trabajo en la Universidad Católica de Salta, y su posterior Licenciatura.
A lo largo de su carrera, tuvo destinos en diferentes unidades operativas como ser el Cuartel de Bomberos de San Pedro; Cuartel de Bomberos de Perico; Cuartel de Bomberos del B° Gorriti y División Investigaciones Periciales; División de Explosivos; División Prevención de Incendios; División Lacustre y Fluvial y ocupo lugares jerárquicos donde se desempeñó como Sub Director y Director del Cuerpo de Bomberos.
Raúl Ramón Ramírez, vivía en una vivienda del Barrio 4 de junio ubicado en la ciudad del Carmen, junto a su esposa Laura y sus dos hijos Rodrigo y Bruno. Laura comentó que su esposo se levantaba muy temprano para empezar su jornada laboral, se bañaba, tomaba un café y salía hacia su destino, incierto muchas veces, pero con la convicción de que no dudaría en ningún momento en ayudar a quien lo necesitara.
En sus días de franco, disfrutaba estar en su casa y compartir con su familia. Solía sacar a pasear a sus perros Ciro y Chiquito. Disfrutaba salir de pesca con su familia al Dique las Maderas. Los días domingos, solía ir junto a su familia, a visitar a sus padres en Puente Blanco, donde compartían un tradicional asado familiar.
Con mucha nostalgia, su esposa, confeso que Lito, como lo llamaban, era un esposo reservado, siempre separó el trabajo de su familia y era muy respetuoso y compañero con ella. Orgullosa del padre de sus hijos, Laura lo describió como un padre que sembró en sus hijos muchos valores de esfuerzo, trabajo y respeto, no era muy demostrativo, pero los amaba y siempre busco brindarles lo mejor.
Teniendo como destino la División Lacustre y Fluvial, el Comisario Ramírez fue trasladado a la Dirección Gral. de Bomberos, pasando a ser el Sub Director de esta Dirección. El 18 de marzo del 2024, fue notificado mediante resolución del Departamento Personal, asumiendo el mando como Director y como Sub Director el actual Director de Bomberos el Comisario Gustavo Carpanchai, camarada, con quien habría dado sus primeros pasos en su carrera policial en la Esc. de Sub Oficiales y Agentes Manuel Álvarez Prado en 1996.
El domingo 7 de abril, fin de semana en el que se encontraba de turno, en horas del mediodía, en la guardia recibieron un llamado telefónico alegando que había un cuerpo flotando en el canal afluente del Dique las Ciénagas y las Madera. Al noticiarse el jefe Ramírez, salió de inmediato hacia el lugar del hallazgo.
Al llegar al lugar, comprobaron que en medio del canal, yacía el cuerpo de una persona sin vida, por lo que el jefe junto con otros camaradas, ingresaron al canal para extraerlo descendiendo al agua un Sargento de la División Lacustre, quien en un momento dado es succionado por un remolino de agua, por lo que, al ver peligrar la vida de su compañero, no dudó en lanzarse con un flotador el cual logró ponérselo al Sargento, atándose él una cuerda, la cual, debido a la fuerza del agua se rompió, no logrando resistir la presión de la corriente.
Es asi, que con la ayuda de otros efectivos, lograron sacar del canal al Comisario Ramírez, para realizarle diferentes maniobras de reanimación hasta que llegara personal del Same, las cuales no resultaron, por lo que rápidamente lo trasladaron hacia el Hospital Nuestra Señora del Carmen, donde lamentablemente fallece.
Esta noticia, significó un gran impacto para sus colegas y conocidos, para la comunidad policial y principalmente para sus familiares, quienes hasta la actualidad, tienen el desafío de sanar esa herida que dejó la ausencia de un hijo, de un padre, de un esposo. A pesar de ello, jamás se olvidará el acto de arrojo que tuvo el Comisario Ramón Raúl Ramírez ese 7 de abril del 2024, quien dejó un legado de vocación al servicio, valor y entrega. Por esta razón, la Policía de Jujuy, orgullosa de haber tenido entre sus pasillos un hombre con tales valores, honró su memoria realizando el cortejo fúnebre, un acto junto a sus camaradas pertenecientes al cuartel de Bomberos de las diferentes Divisiones, una misa; y hoy, dentro de las actividades que la Policía planificó en virtud de celebrarse el 179° Aniversarios de la Policía de Jujuy, se creo el 1° Campeonato de Pesca, el cual lleva el nombre de “Comisario Ramón Raúl Ramírez”.
Laura y sus hijos, junto a la madre y padre del jefe Ramirez, construyeron próximo al canal que jamás será olvidado por ellos, una gruta que lleva su nombre, ya que su deseo es que los jujeños jamás olviden que en aquel lugar hubo un jujeño, un policía, que en cumplimiento de su deber, no escatimó en lanzarse a las aguas turbulentas de aquel día, para ayudar a su camarada, donde ofrendo sin saberlo, su vida por la de su compañero.
El jefe Ramírez, hoy no solo es recordado como un jefe, hoy, es recordado por la comunidad policial y por sus familiares como un héroe. Es por ello, que su retrato yace en la Galería de los Héroes que se encuentra en la Central de Policía junto a todos aquellos que entregaron sus vidas en virtud del servicio.
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